Camina, camina, cae y levántate
es tan fácil decirlo, soñarlo, pensarlo,
pero hazlo, en esto hallaras lo complicado.
Controla tus manos cuando tu mente se abstiene a detenerlas,
tu cuerpo obedece a los impulsos que tu mente comprende y evita;
Solo intenta por un segundo cambiar el cauce de este rio.
Se vive de intentos fallidos o tal vez sin logros solo se existe.
Siento caer lento, pero profundo
o tal vez rápido hacia ningún lugar.
El vacio en el alma es el mismo,
es como estar flotando en la inmensidad con los ojos cerrados,
tienes miedo de abrirlos, miedo de ver oscuridad abrazadora y quedarte alli por siempre,
o miedo por ver una luz cegadora que te consuma y no puedas regresar jamás.
No sé cómo expresar esta angustia que atraviesa mi garganta,
es como un puñal frio que separa los tejidos del alma,
que corta tu vos impidiéndote gritar.
No sé cómo explicar esa agonía que se convierte en ansiedad, incontrolable y sutil
que controla tus sentidos, tus acciones, que cambia tu camino.
Te coloca mascaras que no sabes controlar.
No sé como sucede la dualidad, el saber que estas conciente y no puedes negar el cumplir la necesidad de saciar,
de calmar la sed del cuerpo, la mente, y el corazón.
Es sentirse encadenada a una realidad intangible que ves y te desagrada por instantes,
pero esta logra hipnotizarte y hacerte ver la cara amable de su cruel verdad.
sábado, julio 26, 2008
Divagaciones
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