Que te envuelve en la soledad y te penetra con su filo,
Ya es tan familiar que se te hizo extraño no sentirlo.
Fue algo que no podías comprender en el momento
En que esa sonrisa pinto tu rostro con un tinte de alegría
Cuando después de algún tiempo
Te sentiste protegida por un abrazo fuerte y constante,
Cuando ya dejaste de sentir esa necesidad que tanto te agobiaba en la soledad
Y deseabas escuchar esa voz a cada instante solo porque sabias
Que quien estaba al otro lado del auricular deseaba estar contigo.
Cuando te sentiste importante y aunque no lo creyeras se proyectaba como una
Película ante tus ojos reclamándote que era una realidad.
Cuando volviste a sentir que tu razón se desvanecía y recobraba el mando de tu vida
El batallón de tus sentimientos, guiados solamente por la alegría de tener a alguien a tu lado.
Cuando te convenciste que lo mejor era dejar
De una vez por todas el pasado a un lado sin mirarlo nunca más,
Y concentrarte en ese presente que pensabas era el que esperabas.
Hasta que aquel pasado que ya estabas dejando atrás,
Tomo fuerzas y encaro una carrera contra ti,
Sobrepasándote y deteniéndote en el camino.
Pausando esa película y mostrándote que todo era un espejismo,
Que ese nudo en el estomago a vuelto y ahora con más fuerza,
Que esa ilusión se ha convertido en herida profunda.
Y caes una vez más, y mirando al suelo te das cuenta
Que lo único que podrás hacer ahora
Es dejar que tus lágrimas limpien la herida,
Levantarte como puedas y seguir el camino que llevabas.
Ya sabes que es más fácil soportar una soledad que causa un dolor suave pero constante,
A vivir de ilusiones rotas que causan heridas profundas que nunca sanan.
Sabes que la espera puede ser larga pero no infinita.