Se que talvez nunca llegues a leer estas palabras y si tu camino te dirige hacia este lugar las leerás como quien mira al cielo, pero no ve la profundidad del universo.
Solo quiero hacerte saber sin decirte nada, que aún estas en mi cuerpo, mi alma, todavía siento tu mirada sobre mi rostro, siento tus labios susurrando palabras a mis oídos, tus manos encontrándose con las mías, con esa inseguridad que me hacia sentir tan segura.
Es que nunca logre comprender, cual fue el momento del adiós, en que segundo de mi vida desapareciste, y en que instante te veía de nuevo como un as de luz que se desvanecía ante mis ojos.
Si tal vez nunca te enteras de esto que ahora escribo, espero que tu corazón te entregue ese mensaje que deje encargado el día que te conocí, recado que te hará comprender el porque nunca me rendí ante tu indiferencia.
Ojala logres encontrar tu alegría, ya que tu te fuiste de mi sonrisa. No quiero que sientas en ningún momento algún tipo de remordimiento ó sentimiento de culpa, no hay porque no fuiste tu el que se atravesó en el camino equivocado solo fui yo que creó un paraíso donde lo único que habías pintado en aquel lienzo era un lindo bosque silencioso.
Pero es que aun siendo tú inocente, no logro comprender como fuiste tan ciego para no ver que aquel paisaje era mi cielo, que ese silencio tan perturbador para muchos, para mis oídos eran susurros del viento, melodías mágicas, palabras de tu boca.
Esto no es un juicio, solo es una declaración, solo quiero dar a conocer a quien lea esto que yo por ti me volví un felino, para poder dar una vida mía cada vez que la necesitabas, caer de pie en cada momento en el que me esperabas en el suelo, y mirarte fijamente para que entendieras lo que te decía.
Pero aún después de todo lo que hice, no descifraste mis miradas, no comprendiste mis palabras, no sentiste mis caricias, no te marcaron mis besos; Y si tal vez me equivoco, no pido disculpas, puesto que estoy segura que no les diste la importancia necesaria para captar el mensaje indicado.
Y ahora que estas tan lejos de mi ser, no geográficamente porque la verdad es que estamos cerca, a lo que me refiero es a nuestras almas que se alejaron sin razón, que solo se separaron rasgando esa unión que el tiempo había bordado.
Y si es posible que algún día regreses.
Estas acá y no eres igual.
Tu mirada no habla en el mismo idioma que antaño, tus caricias no recorren los mismos caminos, tus besos no tienen ese sabor tan dulce, y tu pecho no emana tal aroma impregnante que acogía cualquier llanto o cualquier abrazo.
Estas junto a mi pero estas como un cuerpo ausente, hablas pero tus palabras se enredan en la brisa y el susurro de un pasado no me deja escuchar tu nuevo mensaje.
Y si aun no entiendes la finalidad de esto, solo quiero aclararte que nada de esto es un reclamo, no quiero forzar nada, solo quiero dar a conocer el sentimiento que anhela salir y que aún después de escribir estas palabras, no volara fuera de esta mente y este corazón de cemento. Que no liberan a sus reos, porque tienen miedo a los vacíos que causarían sus salidas, pero lo que aún ignoran estos seres en mi es que ya después de todos estos hechos sucedidos, no poseen mas que agujeros, grietas y daños.
Más que cualquier porcelana rebajada al peor trato dado por un coleccionista que no valora la pieza más delicada de su colección.
Si es que sigues a mi lado, por favor entiende que el cariño nunca se esfuma o desvanece, como tu imagen en el cristal. Lo que esta en el alma y en el corazón perdura eternamente, de la misma forma como nació y creció continuamente. Ese sentimiento nunca ha cambiado y siempre seguirá allí recalcando las alas rotas de esta criatura que nunca emprendió vuelo hacia ese lugar ideal en el que revelaría su máximo esplendor.
No me despido porque un adiós son solo cinco letras en una palabra, por mas palabras de estas que diga en tu rostro sabes que mi cuerpo no permitirá dejar de buscarte y el camino que recorra de aquí en adelante, talvez a tu desgracia y la mía ó talvez por fortuna para cualquiera de los dos, se cruzara en tu camino porque te seguiré como imán de recuerdos, recogiendo datos sobre tu presente y así calmar la necesidad de tenerte a mi lado aunque estés, pero ausente.
Ó si no estas presente, necesidad que cesa cuando veo tu imagen y se que estas bien en cualquier parte, pero se que una sonrisa pinta tu cara y si acaso no es así se que estas y ese dato es el que llena por un solo momento, algún vació del alma, y hace que una lagrima de dolor con una sonrisa de descanso se liberen de mi interior y te digan una ves más, te extraño.
Extraño tenerte presente, no es valido el que estés como si no lo hicieras y extraño saludarte y despedirme irónicamente, a sabiendas que volvería verte, y lo extraño porque ahora es incierto encontrar tu figura entre la gente frente a mi, y eso es lo que hiere mi presente, el solo recuerdo de tu calor a mi lado.
