Aqui estoy, dispuesta a confesar algunas cosas que no son extrañas a los ojos de un ciego.Solo siento q los ojos se me abren poco a poco, que las sombras que me rodean se hacen claras mientras el reloj me codena con su tiempo.
Cuando digo que lo siento quiero decir, me quema, me condena. Solo quiero confesar que todo me marca el alma, todo queda adentro y cada segundo se borra para volver a aparecer.En un cuarto, hay cuatro paredes, cuatro sombras y una misma melancolia. Cada sombra, un sufrimiento que se multiplica con cada latir del reloj que insiste en condenarme con su tiempo.
Estoy encerrada en esta habitacion, soy la melancolia rodeada de las sombras lo unico que quiero es una luz, que desvanesca la tristeza, se que es dificil apagar las sombras asi que prefiero apagar mi llama.Falta poco para que en esta habitacion se habra una ventana y pueda por fin entrar una correinte de tranquilidad que me ayude a extinguir el fuego que corroe mi alma.
Solo quiero confesar que me duele saber que ya aparece el tren que me llevara a la tranquilidad, solo deseo que todos como yo puedan coger este tren en el momento a decuado y que no sufran por el reloj que condena con su tiempo.Ajora solo queda esperar con tranquilidad,sentada en un rincon de esta habitacion a que se abra la puerta que nunca a existido y que por ella pueda entrar aire nuevo para respirar este ultimo aliento, antes de poder partir volando y liberarme de este reloj que me condena con su tiempo.